En 1819, Lady Vesta Cressinton-Font viaja sola a la pequeña isla mediterránea de Katona como esposa por poder de su Príncipe hereditario. Tan pronto como dejó su barco y puso un pie en Katona, Vesta, de ojos azules y exquisitamente hermosa, se sintió asustada y totalmente sola. Ciertamente no fue la recepción que esperaba. ¿Dónde, se preguntó, estaban los representantes del Príncipe Alejandro? Seguramente Su Alteza Real no dejaría que su futura esposa llegara a Katona sin recibirla con un saludo formal. Realmente, nunca imaginaria viajar desde Inglaterra para casarse con un hombre al que nunca había conocido y ser recibida con esa extrema rudeza, pero al bajar del barco, la recibe el Conde Miklos Czako, que se pone bajo su mando y dice a Vesta que la revolución ha estallado y ella debe regresar inmediatamente a Inglaterra. Pero, Vesta se niega a hacerlo y ordena al noble, a llevarla a la Capital junto a su Príncipe. Después de un viaje peligroso y con captura por parte de bandidos, Vesta llega al Palacio Royal Hunting Lodge y inevitablemente debe enfrentarse también a nuevos peligros, pues el Conde, elegante y atractivo, le pareció inmensamente guapo y despertó en ella un éxtasis como nunca había imaginado…