El autor se acerca, en esta obra, a uno de los temas que le interesan literariamente, la línea de convergencia entre ficción, ensoñación y realidad material observable. Y lo hace combinando con hábil estilo un tema de los relatos populares mediterráneos: el príncipe perdido, la voz de una anciana narradora y el personaje de Sulayman, un emigrante dedicado a los tráficos ilegales a pequeña escala. Como en gran parte de su bibliografía, el autor habla de conflictos sociales de su época sin dejar de incurrir en el bello tratamiento del lenguaje y la poesía del mundo rural en decadencia.