Inga y Sven han quedado en el cine y Sven consigue entradas para los asientos de la última fila. Aunque son los asientos que les dan mayor privacidad y se siente muy bien cuando Sven la toca, Inga sigue siendo tímida porque hay otras personas en la sala. Otro día se encuentran en casa de Sven, por fin están solos y dispuestos a ir más allá, pero los padres de Sven llegan a casa antes de lo esperado. Sintiendo la frustración tan palpable de no poder estar a solas el uno con el otro, Sven se las ingenia para conseguir una casa de campo en el archipiélago donde puedan estar solos durante toda una semana.-