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La historia que a continuación van a leer se trata de una versión propia de una de las leyendas más populares en el pueblo de Autol. Autol, pueblo de La Rioja Baja, a caballo entre el Sistema Ibérico y el llano Valle del Ebro, posee ciertas joyas geológicas donde destacan un par de rocas gigantes solitarias en medio de una pequeña llanura (y no solo este par de rocas destacan en las peculiaridades geológicas: ir desde Autol hacia el oeste por el valle de su principal río, el Cidacos, es también un deleite para los aficionado a la naturaleza abrupta).
Como digo, este par de rocas son conocidas como Picuezo y Picueza, de la más alta a la más baja.
Como digo, este par de rocas son conocidas como Picuezo y Picueza, de la más alta a la más baja.