Dos chicos, uno un niño de las mugrientas callejuelas de Londres y el otro un príncipe nacido en un lujoso palacio, intercambian sus identidades sin darse cuenta. Escrita originalmente como una historia para niños, es una novela clásica también para adultos por su mordaz ataque a la eterna locura humana de intentar medir el verdadero valor por las apariencias externas.