¿Qué idea de patria puede trasladar un emigrado? ¿Qué huellas deja la división territorial, la internación en un campo de concentración, el sometimiento a trabajos forzados y al hambre? ¿Qué hace la guerra en las personas? ¿Cómo se puede después formar una familia y trasladarla al otro lado del Atlántico? ¿Cómo arraigarse, cómo establecer un hogar? ¿Cómo pasar de una lengua a otra? Una vida, la bruma que agita sombras. Un joven polaco es enviado a un gulag, tras la firma del tratado de no agresión de 1939 entre Alemania y la Unión Soviética. Liberado para luchar en la Segunda Guerra, participa de la liberación de Italia. Descubre el amor. Con esperanza, emigra. Es un hombre que silba y fuma. Éste es un relato histórico, pero la historia no está ante los ojos. Frente a ellos sólo quedan restos. Sin embargo, quizá permita obtener la experiencia de una finitud que es pasado, pero que a la vez perdura, brumosa, en las formas de los instantes de nuestro presente.