La historia transcurre en 1889 cuando Sir Charles Baskerville es encontrado muerto en un sendero en el páramo de Devonshire, el doctor Mortimer acude a Londres para buscar la ayuda de Sherlock Holmes: lee a Holmes el manuscrito acerca de la maldición de los Baskerville, supuestamente iniciada con Hugo de Baskerville, matado por un sabueso infernal como castigo por su maldad. Después de esto, el médico le habla de las huellas de sabueso encontradas a poca distancia del cadáver.