El poder del pensamiento positivo
Este es el escenario perfecto que demuestra lo poderoso que puede ser el pensamiento positivo. John Doe solicitó un nuevo trabajo. Sin embargo, tiene una autoestima muy baja y constantemente se considera un fracaso. Esto le hace sentir como si no fuera digno de triunfar. Todos estos pensamientos le hicieron estar bastante seguro de que no iba a calificar para el trabajo que solicitó. Su actitud negativa engañó a su mente haciéndole creer que otros candidatos eran mucho mejores y más calificados para el trabajo que él.
John Doe adquirió esta actitud debido a las experiencias negativas que tuvo durante sus entrevistas de trabajo anteriores. Su mente siempre estaba llena de miedos irracionales y pensamientos negativos incluso antes de que llegara la fecha de la entrevista de trabajo. Las cosas eran inciertas, pero de una cosa estaba seguro: sería rechazado por la empresa para la que quiere trabajar. El día de la entrevista, se despertó tarde y se dio cuenta de que la camisa que quería usar aún estaba sucia. Terminó vistiendo una camiseta llena de antiestéticas arrugas.
Cuando llegó a la oficina, se sintió muy nervioso y tenso. Siguió preocupándose por las cosas más pequeñas durante la entrevista, por lo que comenzó a mostrar una actitud poco agradable. Ni siquiera tuvo tiempo suficiente para tomar un desayuno rápido, por lo que se sintió realmente hambriento y distraído durante la entrevista. Esta serie de eventos desafortunados le impidió concentrarse en la tarea que tenía entre manos. Al final, sus acciones causaron mala impresión y materializaron su gran miedo a salir de la entrevista sin conseguir el trabajo que realmente deseaba.
Robert solicitó el mismo puesto, pero abordó el asunto urgente de una manera muy diferente. Incluso antes de aprobar su curriculum vitae, estaba seguro de que calificaría para el puesto. Una semana antes de la entrevista, se imaginó a sí mismo impresionando al gerente de recursos humanos y obteniendo el trabajo gratificante que deseaba. La noche anterior a la entrevista, logró prepararse la ropa y dormir bastante más temprano de lo que solía hacerlo. Al día siguiente, se despertó temprano y tuvo tiempo suficiente para desayunar y llegar justo a tiempo para la entrevista.
Obviamente, Robert consiguió el trabajo porque causó una muy buena impresión. Si bien tanto Robert como Allan poseen las habilidades y la experiencia necesarias para el trabajo, solo Robert tuvo éxito porque no permitió que sus pensamientos negativos afectaran sus acciones. La mejor lección que aprenderá de estas historias es que una actitud positiva le permitirá obtener los resultados que desea. Con imágenes constructivas y pensamientos positivos, tendrá más posibilidades de tener éxito en cualquier desafío que pueda enfrentar en el futuro.
Los patrones de pensamiento positivos te harán sentir más feliz y con más energía que nunca. Una actitud mental positiva también traerá más brillo a sus ojos ya que transmite felicidad, buena voluntad y éxito radical. También afectará su salud en general de manera beneficiosa. A través del pensamiento positivo, podrá caminar erguido y sentirse mejor consigo mismo. Puede crear una voz dentro de ti que es más poderosa que los pensamientos desagradables en el fondo............
Este es el escenario perfecto que demuestra lo poderoso que puede ser el pensamiento positivo. John Doe solicitó un nuevo trabajo. Sin embargo, tiene una autoestima muy baja y constantemente se considera un fracaso. Esto le hace sentir como si no fuera digno de triunfar. Todos estos pensamientos le hicieron estar bastante seguro de que no iba a calificar para el trabajo que solicitó. Su actitud negativa engañó a su mente haciéndole creer que otros candidatos eran mucho mejores y más calificados para el trabajo que él.
John Doe adquirió esta actitud debido a las experiencias negativas que tuvo durante sus entrevistas de trabajo anteriores. Su mente siempre estaba llena de miedos irracionales y pensamientos negativos incluso antes de que llegara la fecha de la entrevista de trabajo. Las cosas eran inciertas, pero de una cosa estaba seguro: sería rechazado por la empresa para la que quiere trabajar. El día de la entrevista, se despertó tarde y se dio cuenta de que la camisa que quería usar aún estaba sucia. Terminó vistiendo una camiseta llena de antiestéticas arrugas.
Cuando llegó a la oficina, se sintió muy nervioso y tenso. Siguió preocupándose por las cosas más pequeñas durante la entrevista, por lo que comenzó a mostrar una actitud poco agradable. Ni siquiera tuvo tiempo suficiente para tomar un desayuno rápido, por lo que se sintió realmente hambriento y distraído durante la entrevista. Esta serie de eventos desafortunados le impidió concentrarse en la tarea que tenía entre manos. Al final, sus acciones causaron mala impresión y materializaron su gran miedo a salir de la entrevista sin conseguir el trabajo que realmente deseaba.
Robert solicitó el mismo puesto, pero abordó el asunto urgente de una manera muy diferente. Incluso antes de aprobar su curriculum vitae, estaba seguro de que calificaría para el puesto. Una semana antes de la entrevista, se imaginó a sí mismo impresionando al gerente de recursos humanos y obteniendo el trabajo gratificante que deseaba. La noche anterior a la entrevista, logró prepararse la ropa y dormir bastante más temprano de lo que solía hacerlo. Al día siguiente, se despertó temprano y tuvo tiempo suficiente para desayunar y llegar justo a tiempo para la entrevista.
Obviamente, Robert consiguió el trabajo porque causó una muy buena impresión. Si bien tanto Robert como Allan poseen las habilidades y la experiencia necesarias para el trabajo, solo Robert tuvo éxito porque no permitió que sus pensamientos negativos afectaran sus acciones. La mejor lección que aprenderá de estas historias es que una actitud positiva le permitirá obtener los resultados que desea. Con imágenes constructivas y pensamientos positivos, tendrá más posibilidades de tener éxito en cualquier desafío que pueda enfrentar en el futuro.
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