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Hace tiempo que —cada uno de nosotros, en su actividad— no dejamos de notar que las cuestiones sexuales subyacen y resuenan detrás de muchos conflictos que se presentan alternativamente, y muestran síntomas de toda especie. La sexualidad fue, desde siempre, transitada de múltiples maneras, aún por personas de una misma cultura, pueblo o religión. Mucho se ha dicho y se dice sobre este tema… mucho se ha manejado a las personas por su sexualidad. De hecho, la mayoría de las religiones ponen sobre este tema un oscuro manto de sospecha, culpa y hasta suciedad. Llegamos a este mundo mediante un…mehr

Produktbeschreibung
Hace tiempo que —cada uno de nosotros, en su actividad— no dejamos de notar que las cuestiones sexuales subyacen y resuenan detrás de muchos conflictos que se presentan alternativamente, y muestran síntomas de toda especie. La sexualidad fue, desde siempre, transitada de múltiples maneras, aún por personas de una misma cultura, pueblo o religión. Mucho se ha dicho y se dice sobre este tema… mucho se ha manejado a las personas por su sexualidad. De hecho, la mayoría de las religiones ponen sobre este tema un oscuro manto de sospecha, culpa y hasta suciedad. Llegamos a este mundo mediante un acto sexual, venimos dotados de órganos y sensaciones que conducen desde edades muy tempranas a la búsqueda de la identidad por medio del sexo. Nacemos libres al respecto, pero la educación, la cultura, las religiones, con sus prejuicios, costumbres y deformaciones, convierten al esencialmente libre individuo —la mayoría de las veces— en un ser culposo y hasta avergonzado de su sexualidad. Se ha manejado a pueblos enteros mediante la culpa por el sexo. Se corrompió y se postergó la libertad sexual de los individuos, y así se deformó el sentido y provocó, muchas veces, el advenimiento de seres que matan a otros por las obsesiones y perversiones provocadas por tanta represión. En esta obra nos hemos propuesto volcar la experiencia obtenida en tratamientos, talleres, charlas en medios de comunicación y en diferentes ámbitos donde el tema surgió de forma solapada o espontánea, pero que al fin y al cabo, siempre demuestra que tiene una conexión estrecha con el comportamiento de las personas, la confianza en sí mismos, la relación con sus padres. En fin, la sexualidad es uno de los pilares constitucionales de cada uno de nosotros y como tal merece ser tratada con amplitud, respeto y la mayor de las consideraciones, pero por sobre todas las cosas con absoluta libertad. El lector encontrará aquí información histórica, científica, psicológica y práctica, hasta, con seguridad, el tema que a cada persona le pueda interesar, sea porque se trata de su problema o por mera curiosidad. Con un lenguaje cotidiano y coloquial, porque el sexo no debe ser una preocupación, un conflicto o, muchas veces, un trauma; sino un aspecto más de la vida, como comer, beber, caminar, leer; es decir, un sentido más, "el sentido sexual", el cual hará del ello algo común, cotidiano, sano, transitable, pudiendo desmitificarlo y entendiendo que forma parte de nuestro cuerpo de la misma manera que todas las otras capacidades de las que fuimos provistos. No hay nada que aprender sobre el acto sexual, porque el sexo no se aprende, se siente. Por lo tanto, lo que buscamos aquí no es poner conocimiento sino solo informar, para poder lograr, paradójicamente, quitar toda la "información" que ha deformado en las personas la capacidad natural de sentir libremente el deseo sexual y la posibilidad de transitar ese deseo sin ningún tipo de obstáculos, culpas o contradicciones."
Autorenporträt
Daniel Jorge Martínez - Consultor Psicológico - Dr. en Psicología - Bircham University sede Madrid – Miembro de la ASH (Asociación Argentina de Sexualidad Humana) - Socio titular de la IAC (International Association for Counselling) - Numerólogo Nací y crecí en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires. Disfruté mucho de mi infancia, entre juegos, amigos de barrio y de mi colegio, sin haber quemado etapas y con un gran cariño por mis padres. Adoraba andar en bicicleta y debido a mi altura, cada año en época de Reyes Magos, recibía una nueva. Pasaba los domingos jugando al vóley en la calle, armando carritos de rulemanes, y ayudando a mi abuela Gloria a juntar higos en el patio de su casa. La naturaleza siempre me inspiró: la intensidad y diversidad de las plantas, de las flores en todos sus colores. De pequeño sembraba pensamientos y lirios en el jardín de la casa donde me criaron mis padres. Todo empezó a partir del arribo de una crisis personal que se disparó a través de algo casi desconocido en aquella época, hace más de treinta años, y que hoy comúnmente se define como "ataque de pánico". Esta circunstancia me llevó a buscar la solución a través de un profesional de la psicología. Si bien el rubro inmobiliario y la construcción fueron durante muchos años una apasionada ocupación y profesión, el inesperado –y para nada casual- encuentro con la psicología a través del rol paciente durante algunos años, y el cariño que me generó el vínculo con mi terapeuta, despertaron en mí el deseo de transitar la vocación de bucear en las profundidades de la mente humana, sin dejar de lado la conjunción de ésta con el cuerpo y el alma. Durante el transcurso de mi terapia, una amiga y actriz a la que quise mucho, Jorgelina Aranda, me dijo: "vos tendrías que hacer un programa de radio a la madrugada, hablando al aire con la gente sobre cosas de sus vidas". Al año de este diálogo nació "Buenas Compañías", programa de radio que conduzco hace ya 25 años, y que en la intimidad de la madrugada me ha facilitado conversar al aire a través del teléfono con oyentes de diferentes edades, condiciones sociales, profesiones y partes del mundo, haciendo que la mayoría de esas charlas se convirtieran en un encuentro de confesiones profundas. Entre tanta diversidad de temas y cuestiones que se sucedían a través de la radio, llegó la numerología a mi vida. Esta disciplina apasionante, por cierto, despertó en mí una increíble curiosidad. Pues desconocía en absoluto que aquel personaje de la historia al cual estudié dentro del famoso teorema, o sea, Pitágoras, fuera también el creador de la numerología. Esto me llevó a investigar, buscar e inclusive ejercitar su gran utilidad incorporándola en las charlas con oyentes de mi programa. Hoy en día, después de 25 años de haberla descubierto, la utilizo como una herramienta fundamental e indispensable, que me permite la posibilidad de conocer características, conflictos y sus puntuales caminos de salida de las personas que me consultan como profesional de la psicología. En el año 2000, un conocido escritor me pidió que diera la charla de presentación de su tercer libro. A partir de ese momento descubrí la relación que existe entre el escritor y sus lectores, y decidí escribir mi primer libro. Hoy llevo siete libros y escritos, y estoy pensando el tema del octavo. Mi pasión por la vida, la sorpresa y gratitud producidas por la profundidad y la confianza de las charlas en la soledad de la noche con sólo el micrófono como testigo, y el complemento de la numerología como herramienta de ayuda para el mejor conocimiento del otro, me llevaron al deseo de conquistar un lugar profesional dentro del mundo de la psicología. (...)