Levantar Nikoláievich Tolstói, al que mundialmente se le conoce como León Tolstói, nació en septiembre de 1828 en el seno de una ilustre familia de la aristocracia rusa. Pronto abandona sus estudios de derecho y lenguas orientales, y, acuciado por deudas de juego y por profundas incertidumbres vitales, se enrola con su hermano, teniente de artillería, en la recién declarada guerra de Crimea, donde por un obligado reposo comienza a escribir. Cristiano libertario, anarcopacifista, vegetariano convencido, escritor prolífico de misivas en el museo dedicado a su memoria se conservan más de diez mil cartas , fue también uno de los grandes defensores del esperanto, lengua artificial concebida para una adecuada comunicación entre los hombres. Se le considera una de las cumbres de la literatura universal, tanto por la grandeza de sus novelas, como por el enfoque altruista y humano de todas sus creaciones. Tolstói intentó reflejar la sociedad en la que vivía con el mayor realismo que sus palabras le pudieran otorgar. Entre sus obras más notables están Anna Kareninna, La muerte de Ivan Illich, El sitio de Sebastopol, y la monumental Guerra y paz. Al final de su vida repudió su obra literaria. Quiso dejar a los más desfavorecidos todas sus tierras y fortuna, anhelo que no se materializó debido a la oposición de su familia. Falleció a causa de una neumonía en 1910. En su lecho de muerte, declaró: Hay mucha gente en el mundo además de León Nikolaievich, y ustedes sólo piensan en él! El maestro del realismo narra en El sitio de Sebastopol, a modo de diario, la vida cotidiana durante los once meses que la ciudad rusa permaneció asediada por el ejército aliado, y cuya caída puso fin a la guerra de Crimea. Dolor y confusión, miedo y sangre, son los antiheroicos componentes que Tolstói despliega en esta impactante y antibelicista obra, que es, sin duda, su novela más intensa, humana y desgarradora.