Partiendo de numerosos testimonios y escritos recogidos a lo largo de su experiencia, el sacerdote camilo Arnaldo Pangrazzi aborda el suicidio no tanto desde una mirada científica como desde un enfoque fenomenológico, privilegiando el aspecto humanista y espiritual. En primer lugar aborda los diferentes rostros y escenarios posibles del suicidio, los mitos y realidades acerca del mismo, y atiende a la prevención de los factores de riesgo del suicidio y a la problemática del comportamiento suicida. Se detiene también en las implicaciones religiosas y pastorales del suicidio, promoviendo la compasión hacia quienes han hecho esta elección desesperada y confiándolos a la misericordia de Dios. Por último, se propone acompañar el duelo de los familiares y amigos que quedan, mediante procesos de sanación para ayudarlos a vivir con sus «porqués», a no esperar respuestas integrales que no quitan el dolor, y a transformar la herida lacerante en una mayor capacidad de amar la vida, con todo lo que esta ofrece.