Émile Zola, fundador del naturalismo, compuso con "El vientre de París" la tercera novela del ciclo Rougon-Macquart, que escribió entre 1871 y 1893 y con el que erigió un sorprendente y completo relato de la vida francesa, especialmente de la parisina, durante el Segundo Imperio.
"El vientre de París" puede definirse como un gran bodegón. Al retablo costumbrista del París del XIX que Zola fue desgranando en las dos primeras novelas de este ciclo (" La fortuna de los Rougon" y " La jauría"), une en ésta la pintura de uno de esos cuadros donde se exhiben carnes, verduras y pescados con una riqueza lujuriante de hambre satisfecha. La novela transcurre en el Mercado Central de París, recién inaugurado en la época en que acontecen los hechos como parte de las reformas destinadas a cambiar París entero, para borrar de sus calles el recuerdo de las revueltas republicanas. Pero el Mercado no es sólo el teatro donde se desarrolla un episodio más de la saga Rougon-Macquart, sino un personaje más que, enorme, marca con su pulso de bestia fabulosa el ritmo de la vida de los Macquart.
"El vientre de París" puede definirse como un gran bodegón. Al retablo costumbrista del París del XIX que Zola fue desgranando en las dos primeras novelas de este ciclo (" La fortuna de los Rougon" y " La jauría"), une en ésta la pintura de uno de esos cuadros donde se exhiben carnes, verduras y pescados con una riqueza lujuriante de hambre satisfecha. La novela transcurre en el Mercado Central de París, recién inaugurado en la época en que acontecen los hechos como parte de las reformas destinadas a cambiar París entero, para borrar de sus calles el recuerdo de las revueltas republicanas. Pero el Mercado no es sólo el teatro donde se desarrolla un episodio más de la saga Rougon-Macquart, sino un personaje más que, enorme, marca con su pulso de bestia fabulosa el ritmo de la vida de los Macquart.