Luis Morales empezó a escribir cuando, trabajando en sus propias empresas, se vio con sesenta euros en la cuenta del banco a principio de mes. El alquiler, las facturas y el agobio cuando nada sale como debería no entienden de historias de superación románticas, y en ese momento decidió echarle humor, ironía y un poco de mala leche a escribir una historia de verdad. Emprendedor es su historia, la que le gustaría haber leído cuando tenía en la cabeza comerse el mundo años atrás.