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En el año 5999, la pareja formada por Tau y Sharon es reclutada para trabajar en la que se conoce como zona cero, a las órdenes del doctor Fermión, y completar su entrenamiento y una serie de arriesgadas misiones primero en la Luna y después en Marte y Titán. Mientras tanto, los adolescentes Rea y Top deberán decidir qué hacer con su futuro en un planeta Tierra que contra todo pronóstico ha sobrevivido al colapso. En pos de la humanidad eterna combina la ciencia ficción con la distopía, ese espacio narrativo que permite fantasear con futuros posibles y con presentes paralelos, pero que sobre…mehr

Produktbeschreibung
En el año 5999, la pareja formada por Tau y Sharon es reclutada para trabajar en la que se conoce como zona cero, a las órdenes del doctor Fermión, y completar su entrenamiento y una serie de arriesgadas misiones primero en la Luna y después en Marte y Titán. Mientras tanto, los adolescentes Rea y Top deberán decidir qué hacer con su futuro en un planeta Tierra que contra todo pronóstico ha sobrevivido al colapso. En pos de la humanidad eterna combina la ciencia ficción con la distopía, ese espacio narrativo que permite fantasear con futuros posibles y con presentes paralelos, pero que sobre todo da la oportunidad de reflexionar, desde la ficción, sobre el mundo real desde el que se escribe y se lee. ¿Podrán milenios de avances tecnológicos hacer mejor a la especie humana, o hay cosas en su naturaleza que siempre permanecerán inmutables?
Autorenporträt
Nací en septiembre de 1943, soy ingeniero técnico y arquitecto en diseño de interiores. Mis actividades se han desarrollado siempre entre la ciencia, la tecnología y las artes. Desde siempre soy muy aficionado al mar, a la biología marina y a la naturaleza. En algo más de medio siglo he visto el deterioro galopante del mar y de los campos en mi entorno natural por los insecticidas y abonos de la agricultura que envenenan la Tierra y tarde o temprano van a parar al mar, por los vertidos industriales y urbanos que pudren nuestros ríos, por la mejora tecnológica de los barcos de pesca que con potencia y arados arañan la vida en el mar hasta las raíces, mi pena por las noches de verano en las que ya no se oye el canto de los grillos ni de las chicharas y demás, porque la tierra está envenenada y hay un silencio de terror. Y hay mucho más. La sensación de impotencia hace que mejor o peor me ponga a escribir.