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Este volumen de la Colección Obra Fundamental reúne ensayos sobre estética, noticias de actualidad literaria extranjera y perspicaces análisis de obra o autores concretos escritos por Antonio Marichalar, figura excepcional de las letras españolas en los años veinte y treinta del siglo pasado. Contiene su único libro de ensayos literarios publicado, Mentira desnuda (Hitos) (1933), junto a los estudios breves Palma (1923) y Girola (1926). A estas obras se añade una amplica colección de artículos que abarca el periodo 1923-1947 y que son agudos diagnósticos del arte de entreguerras, además de dos…mehr

Produktbeschreibung
Este volumen de la Colección Obra Fundamental reúne ensayos sobre estética, noticias de actualidad literaria extranjera y perspicaces análisis de obra o autores concretos escritos por Antonio Marichalar, figura excepcional de las letras españolas en los años veinte y treinta del siglo pasado. Contiene su único libro de ensayos literarios publicado, Mentira desnuda (Hitos) (1933), junto a los estudios breves Palma (1923) y Girola (1926). A estas obras se añade una amplica colección de artículos que abarca el periodo 1923-1947 y que son agudos diagnósticos del arte de entreguerras, además de dos de sus mejores ensayos, «Poesía eres tú» (1932) y «Musaraña (El ámbito de la novela)» (1934).
Autorenporträt
Antonio Marichalar nació en Logroño el 3 de septiembre de 1893 en el seno de una familia de la nobleza navarra. Pronto se trasladarían a Madrid, ciudad a la que Marichalar permaneció estrechamente ligado toda su vida. Estudió Derecho y comenzó su carrera como crítico de arte y literatura en El Imparcial. Frecuenta la tertulia de Pombo, que dirige Ramón Gómez de la Serna y se acerca también al círculo más académico y minoritario que rodea a Juan Ramón Jiménez. De ese círculo surgen en 1921 los cuatro números de la revista Índice. Su firma aparece además en revistas como Arte Español o La Esfera, al tiempo que comienza su proyección europea como crítico literario. En 1923 ve la luz su primera publicación exenta, Palma,que reproduce el texto de una conferencia suya pronunciada un año antes en el Museo de Arte Moderno sobre el tema de la crítica de arte. Además, estará entre los críticos del número inaugural de Revista de Occidente,en la que colaborará con asiduidad hasta 1936, y de varias publicaciones culturales europeas. También empieza a colaborar en La Nación de Buenos Aires. En 1926, se ha convertido ya en un respetado divulgador de las letras españolas en Europa y viceversa. Ingresa como vocal en la Sociedad de Cursos y Conferencias de la Residencia de Estudiantes, colabora en la revista de la institución y redacta los folletos biobibliográficos de los escritores franceses que acudían invitados como conferenciantes. Su libro más conocido, Riesgo y ventura del duque de Osuna, aparece en1930. Está considerada la mejor biografía literaria del pasado siglo. La proclamación de la Segunda República le lleva a escribir sobre la actualidad social y política, hecho verdaderamente excepcional en toda su carrera. En 1932 se incorpora como miembro del comité de redacción de la revista Arte. En 1933 empieza a colaborar con Los Cuatro Vientos. Revista Literaria,creada por Pedro Salinas, y con Cruz y Raya. Revista de Afirmación y Negación,fundada por José Bergamín. A los doce días de la sublevación militar, la prensa hace pública una nota de adhesión a la República; entre los firmantes figura Marichalar. El curso de los acontecimientos bélicos le decide a exiliarse en San Juan de Luz, donde permanecerá hasta el fin de la contienda. Regresa a España gracias al empeño de un primo hermano suyo, capitán del Ejército, que allanó las dificultades con las que topaba un republicano confeso como él. En Escorial, revista fundada por Ridruejo en 1940, publica sus estudios históricos y en 1947 su último ensayo sobre literatura: «La novela inglesa». Además de sus indagaciones históricas, realiza tareas de editor filológico. La continuada dedicación a la historia española del siglo xvi se vio recompensada con su designación como académico de la Real Academia de la Historia en 1956, tarea a la que dedicó sus últimos años. Su salud, siempre delicada, acabó por quebrarse y tuvo que ingresar en la clínica Loreto de Madrid. Pasó muchos meses internado y falleció el 6 de agosto de 1973.