Esta obra propone captar el excedente semántico que caracteriza a la "presencia" de cualquier cosa en su relación con la existencia semiótica tal como la entiende la definición ortodoxa; coloca la "presencia" de manera intrínseca en una relación modalizada con lo sensible, el color, el sonido, el sabor y la ocasión del toque; se busca dar testimonio del respeto por las epifanías de la presencia.