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Olvidada durante décadas, el reciente avance del movimiento feminista obliga a recuperar la figura y el pensamiento de la filósofa y escritora austríaca Helene von Druskowitz. Adalid del movimiento emancipatorio de las mujeres, Druskowitz mantuvo relación con algunos de los principales protagonistas literarios y filosóficos de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, como Rilke, Lou Andreas-Salomé y, sobre todo, Nietzsche, con quien mantendrá una breve relación de amistad, que terminaría con la ruptura entre ambos. Partidaria de un ateísmo radical, Druskowitz aparece también como…mehr

Produktbeschreibung
Olvidada durante décadas, el reciente avance del movimiento feminista obliga a recuperar la figura y el pensamiento de la filósofa y escritora austríaca Helene von Druskowitz. Adalid del movimiento emancipatorio de las mujeres, Druskowitz mantuvo relación con algunos de los principales protagonistas literarios y filosóficos de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX, como Rilke, Lou Andreas-Salomé y, sobre todo, Nietzsche, con quien mantendrá una breve relación de amistad, que terminaría con la ruptura entre ambos. Partidaria de un ateísmo radical, Druskowitz aparece también como una de las principales representantes del pesimismo filosófico. Una audaz síntesis de pesimismo y feminismo que, además de lanzar un terrible anatema contra nuestra cultura, busca superar la secular violencia ejercida por el varón ―al que define como una "maldición para el mundo"― contra la naturaleza y la mujer mediante la supresión de matrimonio, el antinatalismo y la separación tajante de ambos sexos.
Autorenporträt
La filósofa, escritora y crítica musical Helene von Druskowitz (1856-1918) fue la segunda mujer en obtener el doctorado en Filosofía por la Universidad de Zúrich, tras la polaca Stefania Wolicka. Joven precoz, dotada de extraordinaria inteligencia y sensibilidad, trabajó en diferentes universidades (Viena, Zúrich, Múnich, Basilea) y viajó por el norte de África, Francia, Italia y España, regresando luego a Viena. Feminista convencida, Helene sostuvo un ateísmo muy influido por Feuerbach y Dühring. Declaradamente lesbiana, inició en 1887 una relación con la cantante de ópera Therese Malten, de la que se separaría en 1891. Víctima del alcoholismo y presa de severas alucinaciones, fue ingresada en un hospital psiquiátrico, aunque continuó trabajando y publicando hasta al menos 1905. Jamás volvería a salir del manicomio, donde pasaría los últimos veintisiete años de su vida, siguiendo un destino extrañamente paralelo al de Nietzsche.