La materia electoral ha adquirido en los últimos años una visibilidad que no reconoce antecedentes en nuestra historia institucional. Las elecciones son patrimonio de todos, por ello es necesario que la mayor cantidad de ciudadanos y ciudadanas conozcan los alcances de esta dinámica y compleja materia. Estos "Estudios" se refieren a la ampliación de los derechos, entendiendo por este concepto la incorporación de nuevos colectivos al ejercicio de los derechos políticos, sean activos o pasivos o ambos: o sea la inclusión electoral. Cuando nos referimos a la inclusión electoral estamos dando forma a un concepto de contenido variable que, en otros tiempos y geografías se denominó democratización de los derechos políticos. Así se expresa el Diccionario electoral del Instituto Interamericano de Derechos Humanos identificando la democratización del sufragio "con el proceso de ampliación del cuerpo electoral, de inclusión de los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones colectivas, tanto en términos jurídicos como fácticos. Vale distinguir, empero, entre lo jurídico-formal y lo empírico-real. Sólo cuando las personas formalmente autorizadas para votar pueden participar efectivamente de las elecciones, se puede hablar verdaderamente de sufragio democrático."