Federalismo, socialismo y antiteologismo, escrito en 1868, representa una síntesis del pensamiento maduro bakuninista. Aquí encontramos ya claramente establecidas las bases de su planteamiento anarquista colectivista, siendo sus elementos: el socialismo revolucionario de cara al parlamentarismo socialista, el confederalismo regionalista de cara a las tendencias centralizadoras republicanas y socialistas autoritarias, y el ateismo militante de cara a la postura cínica progubernamentalista frente al asunto de la religión y su influencia en el desarrollo de los movimientos obreros y progresistas de aquella época.