En esta obra el Padre Isla nos presenta a fray Gerundio, una suerte de don Quijote eclesiástico a través del cual Isla pone de manifiesto los aspectos más ridículos de la predicación culterana de la época.En este segundo tomo somos testigos del aprendizaje de las artes por parte de Fray Gerundio y de sus complicaciones para estudiar y entender filosofía, dificultad que no detiene a Fray Gerundio y le permite continuar progresando en el mundo de la predicación.-