En los últimos diez años una de las líneas más fuertes del arte contemporáneo ha sido la práctica del arte público. Una proliferación de colectivos, artistas, eventos y publicaciones han vuelto el escenario más complejo, diverso y expandido. Este incremento tiene relación con que el arte público ha hecho reaparecer la cuestión política del arte, entendida como fue por el activismo de los años sesenta y setenta del siglo XX, revitalizando la relación entre arte y vida, el rol social del artista y la posibilidad de una estética política. Este libro detalla las distintas concepciones de arte público, analizando a su vez las obras más significativas desde los años sesenta hasta hoy día, para finalmente indagar en la relación entre arte y ciudad en el Chile actual.