El ambiente ideal se crea aprovechando la energía que se extiende por la tierra siguiendo la dirección de los vientos, los ríos, las montañas y valles, además de analizar la situación con respecto a la esfera celeste. Así nos permite activar los efectos positivos y anular los negativos que puedan estar afectando a nuestra vivienda mediante sencillas técnicas muy relacionadas la mayoría de las veces con la decoración.