Grandes viajeros de la historia
Viajar siempre ha sido uno de los sueños del ser humano, desde sus primeros pasos hace miles de años hasta la actualidad. Durante los siglos grandes conquistadores y viajeros han atravesados rutas que el ser moderno tan sólo puede disfrutar en fotografías pasadas, pues el turismo de masas ha acabado con la magia de los destinos vírgenes y sólo podemos imaginar que se encontraron los grandes nombres que a todos nos vienen a la mente.Con ánimo de retrotraernos no sólo en el espacio, sino también en el tiempo mostraremos la imagen que la Enciclopedia Británica de 1911, el documento traducido por el autor, J.J. Bernier, nos lleva a mostrar un mundo donde por no existir, no existían los países con los que ahora identificamos a estos viajeros, dependientes en su mayoría de imperios, y donde entre el deber y la obligación, la aventura y la desdicha, la pasión y la esperanza muchos llegaron a completar un camino en el que se quedaron algunos de los biografiados en este libro.Porque hubo un tiempo en que el turismo no siempre era un momento de felicidad y ocio, y más bien un castigo o penitencia, porque hubo un día en el que no se supo si el Sol se pondría o nacería, porque sin ellos no seríamos lo que todos nosotros a día de hoy somos, por ellos, por los grandes viajeros, bien vale la pena leer sus historias, quién sabe si durante la espera o en un viaje de avión, o en maravilloso crucero, desde nuestra visión del siglo XXI pero en las letras de principios del siglo XX, donde la Enciclopedia Británica de 1911 se convierte en nuestro particular pasaporte.
Viajar siempre ha sido uno de los sueños del ser humano, desde sus primeros pasos hace miles de años hasta la actualidad. Durante los siglos grandes conquistadores y viajeros han atravesados rutas que el ser moderno tan sólo puede disfrutar en fotografías pasadas, pues el turismo de masas ha acabado con la magia de los destinos vírgenes y sólo podemos imaginar que se encontraron los grandes nombres que a todos nos vienen a la mente.Con ánimo de retrotraernos no sólo en el espacio, sino también en el tiempo mostraremos la imagen que la Enciclopedia Británica de 1911, el documento traducido por el autor, J.J. Bernier, nos lleva a mostrar un mundo donde por no existir, no existían los países con los que ahora identificamos a estos viajeros, dependientes en su mayoría de imperios, y donde entre el deber y la obligación, la aventura y la desdicha, la pasión y la esperanza muchos llegaron a completar un camino en el que se quedaron algunos de los biografiados en este libro.Porque hubo un tiempo en que el turismo no siempre era un momento de felicidad y ocio, y más bien un castigo o penitencia, porque hubo un día en el que no se supo si el Sol se pondría o nacería, porque sin ellos no seríamos lo que todos nosotros a día de hoy somos, por ellos, por los grandes viajeros, bien vale la pena leer sus historias, quién sabe si durante la espera o en un viaje de avión, o en maravilloso crucero, desde nuestra visión del siglo XXI pero en las letras de principios del siglo XX, donde la Enciclopedia Británica de 1911 se convierte en nuestro particular pasaporte.
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