El relato presenta múltiples situaciones y escenas, que recogen matices como si se tratará de la urdimbre de un gran tapiz. La profundidad del mensaje que transmiten, es un aldabonazo a nuestras conciencias. Los escenarios y acontecimientos se apartan de la ficción, avalados por testimonios desde el éxodo venezolano que afirman con rotundidad que, pese a lo descarnado de las crudas escenas que se describen, pueden ser superadas por la realidad que siguen sufriendo la inmensa mayoría de venezolanos. La repugnancia y la vergüenza del padecimiento real de la autora, expuesto bajo el velo de una supuesta ficción, se muestra en escenas, situaciones y personajes, que hieren la sensibilidad y dejan una huella, que permanecerá en el recuerdo.