En este cambio de era astral, el planeta Tierra se ha transformado y ha ascendido con el Universo. El humano debe concebirse como parte de este Universo y conectarse con esa parte divina que tenemos, y por lo tanto está sujeto al mismo proceso de ascensión que la Tierra. Tenemos la capacidad de conectar con la luz o con la oscuridad que llevamos dentro, lo cual no significa que sea una tarea sencilla, pero en nuestras manos está el recorrer ese camino hacia la luz para buscar la paz, la armonía y el amor. Es esencial que lo consigamos, pues si no el propio Universo se encargará de ponernos en el lugar que nos corresponda para seguir evolucionando, porque nuestro planeta ya está preparado y necesita que todas la energías que habitan en él estén en la misma frecuencia para ello.