Un autoritario padre de familia anhela lo mejor para sus hijas, inculcándoles que lo material es imprescindible para ser feliz. Mientras tanto, su esposa no sabe hacerse valer por sí misma y tiene que desprenderse de alguien tan importante como un hijo. El cariño para esas hijas vino desde personas ajenas y humildes, que se convirtieron en consejeras para enseñar que el qué dirán no tiene importancia. El amor y la protección van de la mano; esa mano señala que, con autoridad en vez de autoritarismo, se puede sacar a su familia adelante. ¿Aceptará Rogelio Aragón Mejides a Juan, el humilde novio de su hija Luz? Una historia de amor, abandono, encuentros y desencuentros.