Misail Poloznev es un veinteañero de una ciudad de provincias cuya vida laboral va dando tumbos. Enfrentado al despotismo de su padre arquitecto, deja el hogar y abraza trabajos sencillos, como el de pintor de brocha gorda. Se casará con una joven de clase alta, pero ésta lo abandonará con la misma frivolidad que se acercó a él. Desheredado, Misail y su hermana se enfrentarán a los prejuicios y rémoras de una sociedad, la rusa, que apenas puede ya respirar en las postrimerías del régimen zarista. Si Chéjov nos presenta la opresión que ejercen acomodados y ricos, en su haber como escritor está el no habernos ahorrado ninguna de las mezquindades de la embrutecida clase obrera y campesina, anestesiada y bien lo vio él, que era médico por el alcohol.