En Historias de Avonlea se evocan anécdotas y recuerdos de la juventud de la autora, hábilmente diseminados en voces de personajes, argumentos y trasfondos delicados. Algunos de los cuentos son románticos, otros psicológicos, todos escritos con ese lirismo, esa frescura y un optimismo tan difíciles de encontrar en la literatura actual.