Nuestras vidas y las de quienes conocemos (las de la mayoría, por lo menos) transcurren en cierta rutina que admite algunos vaivenes. Sin embargo, puede alcanzar un pequeñísimo estímulo, como una chispa, una palabra, un gesto, una decisión, para que todo cambie. La apatía, la desesperación, una situación inesperada y repentina pueden empujarnos a tomar un camino del cual no hay regreso. Una mezcla de pasado e inesperado presente desvían a los personajes de estos relatos hacia un desequilibrio de la psique del cual puede ser imposible volver. Obsesiones, odios, ambiciones o simples descuidos convierten una vida (o quizás más de una) en un camino de terror y locura.