Nacida en Camagüey, ciudad surgida entre ríos e historiada en leyendas, era yo una niña, cuando las conocidas voces radiales mostraron sus imágenes en movimiento. Muchas de aquellas personas se harían cotidianas en mi vida, y con ellas alimentaría los conocimientos sobre la historia de esta magia que me cautivó en la infancia. Ese es el embrión de esta colección de testimonios fotográficos: el afán de recuperar la memoria de la televisión cubana. Una obra que, a partir de diversos ángulos y perspectivas, rescata recuerdos, sucesos, personajes insustituibles en el ámbito de uno de los medios de difusión de mayor presencia y permanencia en la isla. Pero con el punto definitivo a mi obra, Iconografía TV. Programas, rostros, recuerdos, sentí esa sensación de vacío, por algo inconcluso… Que prometo concluir.