Un escritor relata la visita de su editor a su casa, para trabajar en su nueva obra, y lo que sucedió en esos tres días. Con un título que enmarca la historia como si fuera un cuadro, Michael Köhlmeier encuentra el límite entre la vida y la narración de la misma y nos muestra cómo puede decidir un escritor qué debe formar parte de su obra y qué debe pertenecer a su intimidad. Un suceso fugaz aunque importante, la lucha por una vida, actúa como catalizador de esta hermosa novela, íntima y conmovedora, evidenciando que las diferencias de carácter de dos personas provocan reacciones antagónicas ante un mismo hecho.