Quiero hacerle saber a aquellos lectores, a los que nunca conoceré, que a través de mis escritos soy una más, igual que ellos. Que al estar al otro lado del mundo de la imaginación, estoy yo dándoles el otro lado de la realidad, la de poder imaginar y soltarme y así resolver mis luchas espirituales. Me sumerjo en un gran mar de ideas, y surjo de él con el gran placer de poder escribir. A veces se llega a Dios, y Dios llega a través de los sentimientos que surgen en palabras que se plasman en una hoja. Es mi mundo que vive en mi mente.