El hombre está llamado a investigar y a conocer cada vez más y mejor, las leyes que rigen el universo y la sociedad, porque solo con este conocimiento, podrá enfrentar y controlar, las fuerzas y fenómenos negativos, que éstas puedan generar, al interactuar con nosotros.
En primer lugar, el hombre enfrenta las fuerzas de la naturaleza: terremotos, tsunamis, temblores de tierra, huracanes, tornados, inundaciones e incendios, derrumbes, asteroides, virus, bacterias y muchos más fenómeno frecuentemente, sorpresivos e impredecibles.
Se somete también a la muerte, aliada y cómplice de la peores enfermedades y perversidades humanas, cual ley inexorable a la que todos los seres humanos, nos debemos acoger.
El hombre en su vida personal, es víctima de sus instintos, ignorancia, deseos y debilidades, que lo llevan a caer en los peores vicios y en las drogas, sometido a la persuasión y al engaño que le imparten los poderosos, diciéndole que estas cosas no hacen daño, sometiéndolo así la esclavitud de la cual no puede liberarse.
Lo acompaña también en la vida una fuerza sutil y poderosa, como es la del sexo, con su ambivalencia de hacernos muy felices y unirnos en nuestras relaciones de pareja o por el contrario causarnos las peores depresiones, apegos, manipulaciones, burlas, soledades, pobreza, destrucción, traiciones, odios y problemas legales.
Y por último, hablemos de la maldad de los poderosos y los tiranos, con sus leyes inhumanas y el sometimiento que ejercen sobre la gente a través de las armas, la tecnología, los sistemas y las teorías injustas creadas por los intelectuales al servicio de la desgracia del hombre. Dictadores que utilizando ideologías injustas, quieren resetear nuestro cerebro, unificarnos mentalmente y convertirnos en títeres o maquinas manipulables e indefensas.
Ya sea que el hombre se considere creado por Dios a su imagen y semejanza o que se considere fruto del desarrollo de la naturaleza a través de la evolución, tiene consigo mismo y con su especie un compromiso ético, moral y espiritual; un compromiso ineludible de vencer las fuerzas del mal en la tierra y dirigir la a su vez la conquista del espacio y del universo. Y para lograr esto debe superar su impotencia, que resulta casi siempre de su ignorancia y del miedo a enfrentar todo lo que le hace daño.
Lee los escritos que te ofrezco en este documento, analízalos y encontrarás armas para vencer tu impotencia. Y ayudarle al hombre a ser mejor.
En primer lugar, el hombre enfrenta las fuerzas de la naturaleza: terremotos, tsunamis, temblores de tierra, huracanes, tornados, inundaciones e incendios, derrumbes, asteroides, virus, bacterias y muchos más fenómeno frecuentemente, sorpresivos e impredecibles.
Se somete también a la muerte, aliada y cómplice de la peores enfermedades y perversidades humanas, cual ley inexorable a la que todos los seres humanos, nos debemos acoger.
El hombre en su vida personal, es víctima de sus instintos, ignorancia, deseos y debilidades, que lo llevan a caer en los peores vicios y en las drogas, sometido a la persuasión y al engaño que le imparten los poderosos, diciéndole que estas cosas no hacen daño, sometiéndolo así la esclavitud de la cual no puede liberarse.
Lo acompaña también en la vida una fuerza sutil y poderosa, como es la del sexo, con su ambivalencia de hacernos muy felices y unirnos en nuestras relaciones de pareja o por el contrario causarnos las peores depresiones, apegos, manipulaciones, burlas, soledades, pobreza, destrucción, traiciones, odios y problemas legales.
Y por último, hablemos de la maldad de los poderosos y los tiranos, con sus leyes inhumanas y el sometimiento que ejercen sobre la gente a través de las armas, la tecnología, los sistemas y las teorías injustas creadas por los intelectuales al servicio de la desgracia del hombre. Dictadores que utilizando ideologías injustas, quieren resetear nuestro cerebro, unificarnos mentalmente y convertirnos en títeres o maquinas manipulables e indefensas.
Ya sea que el hombre se considere creado por Dios a su imagen y semejanza o que se considere fruto del desarrollo de la naturaleza a través de la evolución, tiene consigo mismo y con su especie un compromiso ético, moral y espiritual; un compromiso ineludible de vencer las fuerzas del mal en la tierra y dirigir la a su vez la conquista del espacio y del universo. Y para lograr esto debe superar su impotencia, que resulta casi siempre de su ignorancia y del miedo a enfrentar todo lo que le hace daño.
Lee los escritos que te ofrezco en este documento, analízalos y encontrarás armas para vencer tu impotencia. Y ayudarle al hombre a ser mejor.
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