Es curioso pensar que a un hombre amigable y gentil como Ronald Aider lo hayan matado. Su vida se extinguió tras recibir un silencioso disparo en la cabeza. Su repentina muerte no cuenta con explicación. Sin enemigos que culpar ni testigos que testificar, la ayuda de Sherlock Holmes y el Dr. Watson será necesaria en el momento de resolver este caso.Este caso es especial tras ser el retorno de Sherlock Holmes de la muerte. Durante tres años, el detective fue dado por muerto tras un violento incidente enfrentando a su mayor enemigo, el Profesor Moriarty en Suiza. Holmes volverá a Londres para reencontrarse y trabajar junto a su fiel compañero el Dr. Watson.-