La magia se nos manifiesta en el mundo de la imaginación; ese mundo infinito que está compuesto, entre otras muchas cosas, de las conversaciones con nuestra memoria, con nuestro inconsciente, y que escapa a los arquetipos de la ciencia; porque ni tan siquiera esta puede darnos una explicación lógica de ella. La magia transciende a la física, y de algún modo a la metafísica.