En la temprana fecha de 1963, fuerzas mercenarias estadounidenses intentan arribar por el cabo de San Antonio, en Pinar del Río, donde un joven pescador se ve envuelto en el más cruento acto de injusticia. Ante la fatalidad, la infiltración enemiga y el posible despliegue de operativos terroristas en la urbe habanera, la contrainteligencia cubana, acompañada por las fuerzas del Ministerio del Interior y la efectividad de la Policía Nacional Revolucionaria, se verá en la necesidad de convocar a más de un agente dispuesto a sacrificar su vida.