Luego de 17 años, Jacob McKay regresa a su pueblo natal, Elizabethtown, dispuesto a saciar su sed de sangre, sin miedo, sin piedad y sumergido en su mundo de fantasía donde solo él posee el control. La chica de la cinta azul es un juego psicológico donde el pasado oscuro y violento de un pequeño deja al descubierto una aterradora personalidad que nadie sospecha que existe y que no se detendrá ante nada para conseguir lo que se propone. "Toda presa tiene un cebo perfecto que jamás podrá rechazar y por ello morirá", esas palabras quedarán grabadas para siempre en su perturbada mente.