Primera mitad del siglo IV a. C. Una fría noche, a las afueras de una tranquila aldea ilota, dos jóvenes hermanos espartanos, Éurito y Teleclo, esperan agazapados para llevar a cabo su Krypteia, el antiguo rito de iniciación a la sangre. Una familia —padre, madre e hijo— se aproxima; están desarmados y no pueden defenderse… Los espartanos salen a la luz de la luna y completan el ritual matando al matrimonio. Pero el hijo, Protos, logra escapar primero y acabar con Teleclo después. Rápidamente Esparta manda una partida de guerreros para acabar con el chico. Pero este, cuyo nombre significa "el predestinado", y que tiene una astucia y una habilidad para las armas fuera de lo normal, acaba con el grupo. La sed de venganza de Protos no acaba con este episodio, su corazón ya no conoce la compasión. Los espartanos han oprimido a su pueblo durante siglos, y quiere acabar con su poder. Para ello se dirige a Tebas, donde toma contacto con el general Epaminondas, que también ansía que su ciudad se libere del yugo espartano. A medida que Protos va haciéndose adulto, empieza a entender que su guerra personal contra los asesinos de sus padres es también una lucha por la libertad. Nicholas Guild, aclamado autor de joyas de la novela histórica como El asirio y El macedonio, nos sorprende de nuevo con su ágil estilo narrativo y un excepcional fresco de la Antigua Grecia.