Esta obra encierra magistrales pasajes en los que el horror se eleva a su máxima expresión, gracias tanto a las tenebrosas y góticas descripciones del paisaje y los personajes como a la intensa y poderosa trama que nos conduce con sorprendente habilidad hasta el corazón palpitante del terror. Escrita en una época intermedia entre los dos clásicos de la literatura vampírica