La luz ha sido utilizada tempranamente como elemento expresivo en el teatro, concretamente desde mediados del siglo XVI, presentando un gran desarrollo en la iluminación escénica desde fines del siglo XIX. Por otra parte, durante el siglo XX la luz ha trascendido el ámbito teatral para ser utilizada por artistas plásticos y visuales en las más diversas formas de arte. Por ello, el estudio de la estética de la luz es necesario para comprender cómo se articula la iluminación con los otros elementos que constituyen una obra de arte. Este libro trata sobre los modos en que la luz puede ser tratada desde el punto de vista de la composición espacial y de sus desarrollos en el tiempo. Se consideran así las posibilidades de composición visual con la iluminación. Luego de considerar el fenómeno de la percepción visual y el comportamiento visual de los materiales frente a la luz, se expone una metodología para su estudio desde la estética, tanto en lo referido a las posibilidades de manipulación de la luz como en sus posibles configuraciones espaciales y dinámicas. Así, la finalidad de esta obra es brindar al lector las herramientas conceptuales para la organización formal de la iluminación.