La imitación de Cristo es un clásico de la literatura mística y uno de los libros más traducidos después de la Biblia. Al teólogo, humanista y estilista mexicano Agustín Magaña Méndez se debe esta versión moderna en castellano. Se trata de un texto espiritual, redactado para monjes y frailes que viven según el ejemplo de Cristo, pero tuvo una amplia difusión en el seno de la Iglesia. La obra pone énfasis en la necesidad de una vida interior y retirada, así como en la importancia de la eucaristía y la devoción como centro de la vida cristiana.