¿Es acaso un mero accidente que Europa esté a la cabeza de la protección social en nuestro mundo globalizado? Aunque es un tema muy desconocido, es necesario subrayar que la Reforma Protestante del siglo XVI, y que nació en el mismo corazón del continente europeo, no solo fue un movimiento de carácter religioso, sino que tuvo además un marcado impacto sociopolítico. Es verdad que la impronta de la Reforma no fue la única que jugó, o ha jugado hasta nuestros días, un papel en la aparición del moderno concepto de trabajo, la protección social y el ulterior Estado de Bienestar. Es indudable que hubo y hay otros muchos factores que influyeron en este florecimiento. Pero, al mismo tiempo, es indiscutible reconocer que la Reforma representó un antes y un después en la manera de entender el trabajo, la protección social y lo que llegaría a ser dicho Estado de Bienestar. No podemos ahondar en la pasión europea por el trabajo y la protección social, sin abordar la Reforma Protestante del siglo XVI.