"Lo monta duro y rápido, casi con furia. Él se aferra a sus caderas y se encuentra con ella en cada embestida. En un intento desesperado por aferrarse a algo, Cecilia clava los dedos en su pecho. No es capaz de contenerse, no puede resistirse y no logra permanecer en silencio. Parece que sus gemidos se amplifican en la tranquila habitación y ambos parecen gemir en voz alta, al unísono". Un hombre guapo y famoso y una chica, en apariencia desinteresada, que sólo busca un trabajo. La tensión aumenta en este relato erótico donde la atmósfera es más que ardiente.-