Dieciséis cuentos de un autor maduro en sus obsesiones: la memoria trabajada, la ironía sutil, el talento para narrar desde múltiples perspectivas. Fernando Clemot ya había demostrado en libros anteriores sus capacidades para la novela y el cuento. En "La lengua de los ahogados" se arrima a una prosa poética cambiante, a la que no le falta ni le sobra nada. Nada más que el exceso propio del que trae relatos sobre amor, venganza, infancia y ambigüedad. Uno que sabe alimentar sus cuentos con silencio y rodeos. -