El lunes 9 de marzo de 2020 impartí mi última clase. El jueves, día 12, asistí a una reunión de trabajo; después, ante los fuertes rumores de que de forma inminente sería obligatorio permanecer en nuestros domicilios, fui al supermercado a hacer una compra para varias semanas. A todos los efectos, al volver a casa me confiné. El estado de alarma entraría en vigor dos días después. De esta forma, José Ignacio Llorente Olier comienza La mano en el corazón, su crónica, a veces desgarradora y a veces disparatada, de este período de pandemia. Con una prosa vibrante, narra sus vivencias durante el confinamiento y los meses posteriores al mismo. En él, descubriremos, entre otros, a un robot metido a político, a una marquesa rumbosa y a una araña con la que el autor compartió piso durante casi dos años. El lector tiene en sus manos un libro que no es ni una novela ni un ensayo, con personajes de ficción que parecen de verdad y personajes de verdad que parecen de ficción y cuya lectura le arrancará alguna sonrisa y también le llegará al corazón.