La niña de los pies descalzos es, por sobre todas las cosas, un autorretrato vívido, limpio, de una pequeña niña española, que debió emigrar hacia un país desconocido, siendo protagonista de una aventura no deseada, tallada entre asombro y miedo. La memoria de aquellos primeros años en Canarias, España, con sus hermanas, familiares y amigos, el imborrable ruido del océano, la escasez de la época, el homenaje eterno a esas montañas que fueron la causa de sus primeros rasguños, son relatadas en este cuento, con la pasión y la felicidad, de alguien que al mirar hacia atrás, solo recoge lo bello y lo trascendente. La niña de los pies descalzos, siete décadas después, quiere a través de estas letras dejar narrada esta, su historia y la de sus seres queridos, demostrando que el tiempo que transcurre, es solo el tiempo que olvidamos.