"Tu creación está incompleta. No has podido insuflar más que una porción de tu alma a tu querida obra. La antorcha de Prometeo se ha apagado más de una vez en tus manos, y muchos sitios de tu cuadro no han sido tocados por la llama celeste." Pourbus y Nicolás Poussin visitan al pintor Frenhofer, quien desde hace 7 años se esfuerza por dibujar a una mujer imaginaria, llamada primero la Belle Noiseuse –una célebre cortesana– y luego, en la versión definitiva, Catherine Lescault, una virgen maravillosa. Cuento fantástico a la manera de Hoffman al principio, La obra maestra desconocida consigue, poco a poco, desprenderse de las primeras apariencias. Con la puesta de relieve de su dimensión filosófica, se impone como uno de los textos esenciales de Balzac sobre el arte, el artista y la creación.