Carlos dispone de una mente corporal sin tregua atravesada por una infinidad de moléculas materiales, memoriales, abstractas. Las punturas dejan cicatrices. Las cicatrices producen metáforas. Globetrotter incansable o sedentario que viste la máscara del Gaucho de Folignano, foto reportero y escritor, ciudadano precario de una cadena serial de ciudades del mundo, huésped provisional del desierto y del cielo, él se encuentra al final – establemente dual – en la riqueza de dos lenguas, el castellano y el italiano, cuyo amasijo fantasmagórico le regala al lector sus mordeduras y sus dulzuras.