El mayor misterio de todos, el enigma del Tiempo, brilló como un cuásar cegador sobre los ojos del creador de la Teoría de la Relatividad, Albert Einstein. De hecho, no ha habido ningún pensador significativo, desde la antigüedad hasta el día de hoy, que no haya enfrentado el misterio del Tiempo y lo haya hecho parte esencial de su propia filosofía. Incluso en los días de Plotino el problema del Tiempo fue considerado como "antiguo" y "continuamente revivido". Pensar en el Tiempo es como arar el océano. A pesar de esto, el siglo XX vio una nueva y sin precedentes definición operacional establecida por Einstein, quien despojó a la noción de Tiempo de todo contenido metafísico, y la hizo ontológicamente eliminable. El veredicto en nuestros días es: "El Tiempo no existe". Sin embargo, no han faltado pensadores que han intentado nadar contra la corriente, para arrojar el guante al "Asesino del Tiempo", al Demoledor del Absoluto, mostrando que el Tiempo no es una ilusión, el Tiempo es real. Estos conmovedores momentos de la historia del esfuerzo intelectual se recogen aquí, reviviendo la cara filosófica de cada disidente. El tema es interesante no sólo para los expertos en la materia, sino también para toda mente inquieta sedienta de verdades históricas. El lector que esté fascinado por las ideas fundamentales de la física y la filosofía encontrará aquí una gran satisfacción. Además, encontrará aquí las últimas raíces de nuestra Weltanschaaung contemporánea.