Leopoldo Alas, conocido por el seudónimo de «Clarín», forma con Benito Pérez Galdós la pareja de grandes novelistas españoles del siglo XIX. De familia asturiana, nace en 1852 en Zamora, donde su padre era gobernador civil. En 1863 la familia se afincó en Oviedo, ciudad a la que le uniría una estrecha relación y que se convertiría, de alguna manera, en la protagonista de su obra maestra, "La Regenta".
"La Regenta" es, sin duda, la obra maestra de «Clarín» y una de las novelas más importantes de la literatura española.
En ella se retrata en toda su complejidad una ciudad de provincias, Vetusta (nombre tras el que e esconde Oviedo), en la que está representada la sociedad española de la Restauración. «Clarín» somete a una irónica crítica a todos los estamentos de la ciudad: la aristocracia decadente, el clero corrupto, las damas hipócritas, los partidos políticos. Todo ello conforma una atmósfera social asfixiante, opresiva, con la que choca la protagonista, Ana Ozores. Su temperamento sensible y soñador la lleva a refugiarse en el misticismo, pero su confesor, el canónigo Fermín de Pas, la decepciona cuando intenta aprovecharse de ella. Cae entonces en brazos de Álvaro Mesía, un mediocre don Juan, con el que vivirá una relación amorosa que no resultará ser más que un sucedáneo de sus ideales románticos. En el enfrentamiento entre Ana y Vetusta, la primera acabará siendo vencida, y, en consecuencia, marginada. La importancia de la presión ambiental, social, sobre la protagonista acerca la novela a las teorías del Naturalismo.
"La Regenta" es, sin duda, la obra maestra de «Clarín» y una de las novelas más importantes de la literatura española.
En ella se retrata en toda su complejidad una ciudad de provincias, Vetusta (nombre tras el que e esconde Oviedo), en la que está representada la sociedad española de la Restauración. «Clarín» somete a una irónica crítica a todos los estamentos de la ciudad: la aristocracia decadente, el clero corrupto, las damas hipócritas, los partidos políticos. Todo ello conforma una atmósfera social asfixiante, opresiva, con la que choca la protagonista, Ana Ozores. Su temperamento sensible y soñador la lleva a refugiarse en el misticismo, pero su confesor, el canónigo Fermín de Pas, la decepciona cuando intenta aprovecharse de ella. Cae entonces en brazos de Álvaro Mesía, un mediocre don Juan, con el que vivirá una relación amorosa que no resultará ser más que un sucedáneo de sus ideales románticos. En el enfrentamiento entre Ana y Vetusta, la primera acabará siendo vencida, y, en consecuencia, marginada. La importancia de la presión ambiental, social, sobre la protagonista acerca la novela a las teorías del Naturalismo.